Cómo domar los 12 colores basicos de la caja para principiantes
La clásica caja de lapices Blanca nieves y la bruja
Si tienes más de 40 años y estudiaste la primaria en México, seguro recuerdas esto: una caja de lápices de colores Blanca Nieves, marca Lapimex. No había muchas opciones. Era esa o nada. Con suerte conseguías una de 12 piezas, y si eras de los afortunados del salón, tenías la de 24… aunque esa versión realmente no empezó a circular hasta después del 2000.
Todos teníamos la misma caja, con la misma portada: Blanca Nieves sonriente, los siete enanos felices y la bruja escondida en la esquina, como por contrato. No daban miedo. No eran raros. Solo eran omnipresentes. Si necesitabas una caja de colores, era esa. Y punto.
Y claro, traía los clásicos:
Rojo, amarillo, naranja, azul cielo, azul marino, verde limón, verde esmeralda, violeta, rosa, café, gris y negro.
Doce colores intensos, saturados, vibrantes… y todos con ganas de robarse la atención.
Pero nadie nos enseñó cómo hacer que esos colores convivieran bien entre sí.
Y por eso, muchas veces, nuestras ilustraciones se volvían un carnaval donde cada color gritaba más fuerte que el otro.
Hoy te voy a compartir cuatro trucos simples pero poderosos que aprendí con los años para que esa paleta básica —la de toda la vida— trabaje a tu favor y no en tu contra.
1. Un solo tono, distintos valores
¿Quieres usar rojo? Perfecto. Pero haz que tenga volumen: uno claro para el fondo, uno oscuro para las sombras, uno medio para el centro. Así, el color no compite… acompaña.
2. Desatura los colores, no tu estilo
Los lápices de Lapimex eran pura saturación. Hoy puedes bajarle al volumen. Mezcla con tierra, con gris, con su color opuesto. Así logras una atmósfera más madura, más agradable, sin que todo se vea encendido a la vez.
3. Usa máximo cinco colores por ilustración
Menos es más. Trabajar con solo cinco colores bien escogidos te obliga a pensar en armonía, ritmo y balance. Los dibujos se limpian. Las ideas se ven claras. El caos desaparece.
4. El blanco, el mejor truco secreto
La mezcla con blanco suaviza cualquier tono. Te permite convertir colores chillones en pasteles respirables. Tu dibujo se vuelve más amable, más fresco, más sofisticado.
Hoy esos 12 colores pueden parecer limitados… pero bien usados, son una mina de oro.
No se trata de tener más tonos, sino de usar con inteligencia lo que ya tienes en la caja. Esa misma caja que usaste en primaria, pero con una mirada nueva, con años de dibujo en la mano, y con una historia visual que sabes contar mejor.
Nos leemos el jueves.
—Alex G. Bordas
Graphic Maker